Uno de los principales argumentos de quienes se oponen a la pena de muerte es la posibilidad de que se condene a muerte a personas inocentes por delitos que no han cometido.

Desde 1992, quince presos condenados a muerte han sido puestos en libertad al descubrirse nuevas pruebas que los exoneraban. Para muchos, esto indica la posibilidad de que con el tiempo se demuestre la inocencia de más condenados a muerte. Los modernos avances en los estudios de ADN han permitido a los científicos y a las fuerzas del orden determinar mejor al responsable de un delito concreto en muchos casos. Pena capitalLos opositores creen que no se debe condenar a muerte a ninguna persona porque, con el tiempo, el ADN u otras pruebas pertinentes puedan absolverla de culpa.

Se cree que varias personas han sido ejecutadas injustamente. En 1950, un hombre llamado Timothy Evans fue ejecutado por asesinar a su hija. Tres años después, las autoridades descubrieron que otro hombre, que alquilaba una habitación a Evans, era un asesino en serie y el verdadero responsable. En 1991, un incendio provocado por un pirómano fue atribuido a Cameron Willingham. Tres de sus hijas perecieron en el incendio, yWillingham fue condenado a muerte. Willingham fue ejecutado en 2004, pero desde entonces se ha demostrado que las pruebas que en un principio probaban su culpabilidad no eran concluyentes. Aunque no puede demostrarse su inocencia, si no hubiera sido condenado a muerte, el caso podría haberse reabierto y podría haber sido declarado inocente tras una apelación.

Uno de los casos más conocidos de posible ejecución injusta es el de Jesse Tafero, un hombre acusado de asesinar a dos agentes de policía. En el incidente participaron dos cómplices, Walter Rhodes y Sonia Jacobs. Rhodes testificó en contra de los otros dos a cambio de una pena de prisión leve. Posteriormente admitió que era el único responsable de los asesinatos, pero incluso con la nuevaTras el testimonio de Jacobs, Tafero fue condenado a muerte. Pasaron dos años hasta que se revisó el caso de Jacobs, y después fue puesta en libertad. Existe la creencia generalizada de que Tafero también habría sido puesto en libertad si aún viviera para apelar.