Gwendolyn Graham y Cathy Wood eran auxiliares de enfermería en la Mansión Alpine de Michigan en los años 80. Juntos, asesinaron a cinco pacientes con la intención de que sus iniciales deletrearan "asesinato".

Tras asfixiar a unas cuantas pacientes, abandonaron el plan ortográfico, pero los asesinatos continuaron. La pareja se separó en 1987 y siguió con sus vidas. Wood, sintiéndose culpable, le contó a su ex marido los asesinatos y en 1988 se informó a la policía.

Graham fue condenada a cadena perpetua por los cinco asesinatos y conspiración para cometer asesinato en 1989. Aún cumple condena en el Complejo Correccional Huron Valley.

Wood recibió una sentencia basada en su declaración de culpabilidad de un cargo de conspiración para cometer asesinato y un cargo de asesinato en segundo grado. Recibió 40 años y ha sido elegible para libertad condicional desde 2005. La junta de libertad condicional negó la libertad condicional de Wood ocho veces, pero la concedió la novena vez, en 2018.