Entre 1924 y 1930, la ciudad de Chicago se convirtió en uno de los mayores centros de actividad de bandas del país. Tras la ratificación de la 18ª Enmienda, la Ley Seca propició el auge del contrabando, lo que proporcionó a muchas bandas una forma de hacer dinero y contactos en sus ciudades. Estos jefes del crimen protegían sus intereses comerciales y a sus aliados por todos los medios: intimidación, sobornos y..,sobre todo, la ejecución.

En la mañana del 14 de febrero de 1929, dos hombres vestidos de policías entraron en un almacén. Alinearon a los siete hombres que había dentro frente a una pared como si se tratara de un asalto, los hombres, a los que se unieron otros dos vestidos de civiles, sacaron ametralladoras y otras armas de sus chaquetas y abrieron fuego. 70 balas después, los siete estaban muertos o agonizando en el suelo, empapados de sangre.

Este horripilante crimen no fue una redada fallida. El almacén del 2122 de N. Clark Street era utilizado para almacenar licor por George "Bugs" Moran. Su banda del North Side era una espina clavada en el costado del famoso gángster Al Capone. Capone, tras tomar el relevo de su jefe Johnny Torrio en 1925, era conocido por controlar su organización ilegal con un implacable puño de hierro, optando normalmente por abatir a tiros a sus enemigos.Moran era lo único que se interponía en el camino del sindicato del crimen de Capone en su afán por dominar toda la actividad de las bandas en toda la ciudad de Chicago. Las dos bandas llevaban meses enfrentadas: la banda de Moran secuestraba los envíos de Capone, mataba a sus aliados y le hacía la competencia en los negocios. En 1929, la tensión entre las dos bandas había llegado a un punto de ebullición.

Cuando ese mismo día se conoció la noticia del crimen, todas las sospechas recayeron inmediatamente sobre Capone. Frank "Hock" Gusenberg, el matón de Moran, era el único que seguía con vida cuando las fuerzas del orden llegaron al garaje, pero se negó a revelar nada antes de morir a causa de sus heridas varias horas después. El propio Moran, que no se encontraba en el almacén en ese momento, dijo que "sólo Capone mata así" cuando fueSe sospecha que Moran era el objetivo de la masacre, pero llegó más tarde que los demás y, al ver a los falsos policías entrando en el almacén, huyó del lugar pensando que se trataba de una redada. El propio Capone se encontraba en Florida en ese momento, lo que le daba una coartada de hierro. Nunca se detuvo ni juzgó a nadie por estos crímenes debido a la falta de pruebas claras, pero la masacre fueLa masacre provocó la desaparición de Moran como figura destacada del circuito de bandas de Chicago, lo que permitió a Capone dominar completamente la ciudad a través de su sindicato hasta que fue detenido y condenado por evasión de impuestos en 1931.

El crimen en sí quedó grabado a fuego en la historia de Chicago, inmortalizando la violencia armada, el contrabando y la evolución del submundo criminal que llenaba las calles durante la época de la Ley Seca. El crimen sigue siendo una figura para la ciudad a pesar de que la escena del crimen fue destruida en 1967.