LaLaurie nació hacia 1775, después de que su familia se trasladara de Irlanda a Nueva Orleans. Se casó en 1800 con un oficial español y en 1804 viajaron a España. LaLaurie dio a luz a una hija, Marie, durante el viaje. Su marido murió antes de que llegaran a Madrid.

Tras regresar a Nueva Orleans, LaLaurie se casó con un banquero y tuvo cuatro hijos más. Su segundo marido murió ocho años después de casarse. Finalmente, se casó con el médico Leonard LaLaurie en 1825 y se trasladó a su infame mansión.

LaLaurie era extraordinariamente cruel con sus esclavas. Corría el rumor de que una joven esclava, Lia, se había caído de la mansión tras herir a LaLaurie mientras le cepillaba el pelo. Otro rumor afirmaba que a menudo encadenaba a su cocinera a la estufa.

Tras un incendio en su cocina en 1834, la policía descubrió que su cocinera estaba encadenada a los fogones y había intentado suicidarse porque sabía que sería castigada. Temía que su castigo la llevara al desván, una habitación que todos sus esclavos temían. La policía registró su desván y encontró un grupo de esclavos mutilados, con los miembros estirados, colgando de sus cuellos.

Turbas de ciudadanos atacaron la mansión LaLaurie. Poco después desapareció y en 1836 su mansión estaba abandonada. Su muerte no está clara.